To read this article in english click here.
Al crecer, admiras a las personas en las que te ves. Personas que comparten antecedentes similares, alguien cuya historia refleja la tuya y te inspira a alcanzar nuevas alturas. Roger Espinoza tiene una historia que resuena en millones de personas que viven en los Estados Unidos. Es una historia de disciplina, adaptación y el deseo de una familia para una mejor vida.
Espinoza nació en Puerto Cortés, Honduras, país que el mediocampista describió como un lugar tropical lleno de belleza natural donde se puede vivir con mucha libertad. Espinoza vivió allí la mayor parte de su infancia, recordando esa época con cariño y alegría.
“La niñez mia fue muy buena”, comento el Espinoza. “Con muy pocos recursos pero como era niño no me daba cuenta mucho. Viví el día a día jugando con con mis amigos, en la calle jugando fútbol, jugando al escondite pero al final fue una niñez muy buena yendo a la escuela hasta el quinto grado en Honduras, sentí que era lo más maravilloso en la vida”.
Después del quinto grado, Espinoza se mudó a los Estados Unidos con su familia, dejando atrás su ciudad natal y emigrando a un nuevo país con un idioma diferente, una cultura diferente, pero con infinitas posibilidades. Espinoza y su familia se mudaron a Denver, Colorado cuando él tenía 12 años. A esa edad Espinoza ya había establecido buena parte de su identidad en Honduras y emigrar a un nuevo país significaba establecerse una vez más.
Inmigrar a un nuevo país tiene sus desafíos, cuando Espinoza se mudó por primera vez a los Estados Unidos, se mudó a un apartamento con su familia. Recuerda que fue difícil crear amistades porque la gente no se quedaba por mucho tiempo, pero afortunadamente su familia vivió esos apartamentos por un período prolongado, lo que le permitió sembrar raíces. Algo que siempre ayudó a Espinoza a lo largo de su vida fue el fútbol. El fútbol era un puente en el que podía conectarse con compañeros de su edad sin importar el idioma. Un puente que lo llevaría a nuevos lugares y a una vida a la que muchos aspiran.
“El fútbol siempre ha sido eso”, comento Espinoza. “Creo que mi conexión con muchísima gente qué ha estado mi vida. Aquí el futbol no era muy grande pero en el recess, como le dicen acá, en el recreo juegan fútbol aunque no sepan que estan juegando fútbol. En una cancha de piedras, pero se juega. Yo pensaba que a todo mundo le gustaba pero no solo es en el recreo y bueno en esa parte me entendía muy bien con todos. Sabían que era el futbolista de la clase y ahí pues eso me alegraba la vida siempre “.
La barrera del idioma siempre es un obstáculo que hay que superar cuando se emigra por primera vez a un nuevo país, pero afortunadamente el área donde se mudaron Espinoza y su familia tenía una gran comunidad hispana. Esta comunidad les permitió formar raíces y amistades. Con el apoyo de su comunidad y su espíritu competitivo Espinoza comenzó a aprender inglés. El inglés no es un idioma fácil; de hecho, se considera uno de los idiomas más difíciles de aprender debido a sus muchas complejidades. Pero Espinoza nunca ha afrontado un desafío que no pudiera afrontar. Su espíritu competitivo, determinación y disciplina lo ayudaron a aprender el idioma en los primeros años de vivir aquí.
“La gente ahí [el apartamento] hablaba mucho español”, comento Espinoza. “Entonces en esa parte también me costó hablar inglés. Cuando salía hacia la escuela u otros lugares se me complicaba todo en la vida, pero poco a poco, siendo de una edad formativa como dices, pues pasa muy rápido y ya al año o 2 años ya estás comunicándote con toda la gente y acostumbrándote un poquito de la cultura y lo que es estar en los Estados Unidos entonces la vida va muy rápido acá y me acostumbré”.
Ese mismo espíritu competitivo ayudó a Espinoza a triunfar en la escuela y en la cancha de fútbol. Cuando los padres de Espinoza se mudaron por primera vez a Estados Unidos, nunca imaginaron que su hijo se convertiría en jugador de fútbol profesional. El fútbol era una actividad extraescolar, era un pasatiempo, era una forma para que su hijo disfrutara del tiempo y se mantuviera conectado con su cultura. Pero el fútbol también trajo grandes oportunidades. Para poder jugar fútbol, Espinoza tuvo que mantener su nivel académico, el fútbol ayudó a Espinoza a ir a la universidad y le abrió nuevas puertas. En 2008 Espinoza fue fichado por Sporting Kansas City.
“Creo que mi familia vino acá, mis padres, para una mejor vida, para oportunidades- es del país de las oportunidades”, comento Espinoza. “Porque si no juegas fútbol te gradúas de universidad y las oportunidades son sinfín de lo que tú quieres hacer”.
“El fútbol no era lo más importante para ellos, pero era una parte. Una distracción para mí, en opinión de ellos, un distracción para mí para seguir adelante y para tener una meta. Entonces con esa meta de jugar fútbol te lleva a la universidad porque en esos tiempos para jugar en high school y para jugar en la universidad tienes que tener buenas notas. Entonces si juegas fútbol tienes que sacar buenas notas ,entonces en esa parte trate de hacer todo lo mejor y la oportunidad salió de jugar fútbol y eso no se lo imaginaban pero fue una de las oportunidades que probé el país de de Estados Unidos”.
“Esa oportunidad se me dio cuando estaba mi junior year de universidad de llegar acá [Kansas City] y mis padres pues obviamente muy orgullosos y muy felices de que logre mi meta y era todo lo que ellos querían, era que yo siguiera las oportunidades que se me mostraban en la vida”.
Debutar como futbolista profesional fue un sueño hecho realidad para Espinoza, pero también lo fue para su familia. Quizás su familia nunca se imaginó que Espinoza se convirtiera en futbolista profesional pero cuando su familia tomó la decisión de venir a Estados Unidos, tomó esa decisión con la esperanza de que tuviera más oportunidades, que este país lo ayudara a lograr sus objetivos. Y eso es exactamente lo que pasó.
Esas mismas esperanzas y sueños que tenían los padres de Espinoza son las esperanzas y sueños de muchos inmigrantes que viven en los Estados Unidos. Buscando más oportunidades esperando ver a sus hijos alcanzar todas sus metas y sueños, viviendo en un país donde todo es posible. Todo comenzó con la idea de mudarse del país que habían conocido y adentrarse en lo desconocido. Esa decisión mezclada con dedicación y perseverancia fue lo que llevó a Espinoza a lugares que nunca imaginó.
Luego de jugar varios años con el Sporting Kansas City, Espinoza tuvo la oportunidad de jugar en Inglaterra con Wigan Athletic FC. Esta oportunidad trajo el segundo traslado a un nuevo país para Espinoza. Esta vez la historia fue un poco diferente: no había una barrera del idioma sino más bien un cambio cultural. Espinoza recuerda esa época con alegría, riéndose al recordar cómo sus compañeros de equipo estaban tan confundidos de cómo hablaba con acento estadounidense pero también era cultural y étnicamente hispano.
“Fui por fútbol allá, lo que me gusta muchísimo”, dijo Espinoza. “Cuando vine de niño de Honduras a Estados Unidos, no fue por fútbol fue por cosas de familia y tener una mejor vida, una mejor oportunidad a llegar a ser lo que soy ahora. Lo que mis papás querían y esa oportunidad me llevó hasta Inglaterra”.
“Allá ya hablaba inglés, un poquito diferente al inglés pero por tener el inglés un poco diferente le caes bien a la gente, por tu acento. El mismo acento que traen los ingleses a Estados Unidos también cae bien. Al final muy raro porque hablaba en inglés de un americano pero no aparecía americano. El fútbol lo aman, es una pasión muy grande allá, entonces la gente te acoge muy rápido y te acostumbras pero obvio que el idioma fue lo que me ayudó más allá”.
Después de su paso por Inglaterra, Espinoza regresó a Kansas City. Kansas City ha sido un lugar importante en la vida de Espinoza, no solo es la ciudad donde hizo su debut profesional, sino que es la ciudad donde logró sus sueños por primera vez. La ciudad lo acogió, lo apoyó y aquí encontró una comunidad. En el equipo Espinoza ha asumido un papel de liderazgo. Después de más de 11 años en el club, Espinoza es alguien a quien los jugadores más jóvenes admiran. Es alguien a quien pueden acudir en busca de consejo, ayuda a los nuevos jugadores del equipo y, a veces, incluso actúa como traductor. Espinoza es un jugador en el que muchos jóvenes pueden verse. El mediocampista es un hispanoamericano de primera generación similar a millones de hispanos en Estados Unidos. Completamente hondureño y completamente estadounidense Espinoza vive en un mundo bicultural como muchos jóvenes. Para Espinoza, mantener una conexión con su cultura, su idioma y su dedicación son los pilares de su éxito.
“Si hay que aplicarse, y de eso va a salir algo”, compartió Espinoza su consejo a los jóvenes. “Sabemos que graduar de la high school se significa mucho para el latino. Y el montón de oportunidades que van a salir después de terminar la high school van a estar ahí”.
“Y eso va con la cultura latina. Sigan hablando español porque si siguen hablando el español las oportunidades son aún más grandes que una persona que solo habla un idioma. Entonces tener el español de referencia eso ayuda muchísimo. Sigan trabajando muy fuerte, no es el fin del mundo una cosita. Hay muchas cosas que lleva a una a tener muchas oportunidades y la cultura latina es lo que los lleva a ser muy diferentes. Porque tener dos culturas en un país eso es muy lindo y la gente en especial la gente americana lo mira de bien”.
Es increíble ver a Espinoza jugar en el Children's Mercy Park, siempre dando todo su esfuerzo. Es un jugador contundente en el mediocampo y hace notar su presencia, pero lo más increíble es conocer la historia y los sacrificios que lo llevaron a esa cancha. Es saber que la decisión de sus padres y sus sacrificios por darle a su familia una mejor vida fueron los catalizadores para que Espinoza viviera sus sueños. Es una historia similar a muchas en la comunidad; es una historia que resuena en millones de personas.
Entonces, cuando veas a Espinoza jugar en la cancha, piensa en su arduo trabajo, piensa en su dedicación y tal vez podrás ver un poco de ti mismo reflejado en el mediocampo.
Este mes de la herencia hispana aprende más sobre nuestros jugadores de habla hispana. Conoce las historias y la cultura que se vive dentro de la comunidad hispana de Kansas City. Para obtener más contenido como este, siga nuestro sitio web en español en es.sportingkc.com y síganos en Twitter @SoySporting, para ser el primero en saber cuándo se publica el próximo artículo de nuestra serie para el mes de la herencia hispana.